Era la una de la mañana del sábado, íbamos camino al Club de Agentes de la Policía con la emoción que representaba participar por primera vez de un operativo de esa magnitud, importante como lo era al adentrarse al infierno conocido como ‘El Bronx’, ese pedazo de Bogotá que muchos prefieren temer y otros ignorar. Fuimos con mi equipo, camarógrafo y fotógrafo (y yo, con grabadora y otra cámara fotográfica), ‘armados’ de valor y con baterías y memorias suficientes, llegamos con la convicción de que a través de nuestros lentes podríamos mostrar que no solo era una acción para capturar a unos sujetos, creíamos firmemente que muchos de los que iban a salir de allí tendrían una oportunidad de cambiar su vida, si estar allá se le podía llamar vida.
La operación se denominó Némesis, así como la diosa de la mitología griega, con este operativo se buscaba la justicia retributiva, la solidaridad y el equilibrio. Fueron más de 700 personas, entre funcionarios del CTI de la Fiscalía y Grupos especiales de la Policía Nacional, entre ellos uno de los componentes más grande que hasta ahora había visto de Infancia y Adolescencia, quienes se encargaron de ayudar a restablecer los derechos de esos cerca de 200 menores de edad que se encontraban allí.
El silencio y la incertidumbre estaba en el ambiente, no sabían para dónde iban y qué iban a hacer, la situación lo ameritaba, si alguien filtraba la información podíamos despedirnos del operativo nuevamente - ya 8 días antes se había aplazado - todos llegaban con sus equipos, por ejemplo los encargados de las diligencias judiciales, muy al estilo de los CSI gringos, cargaban un morral con guantes, escobillas, luces y bolsas, muchas bolsas para las evidencias.Los ‘comandos’ (grupos especializados en combate urbano y técnicas antiterroristas) llevaban elementos para primeros auxilios y obviamente armas de corto, mediano y largo alcance, debían estar preparados para el recibimiento, desmantelar ‘El Bronx’ no iba a ser tarea fácil, los capos no iban a estar tan a gusto de que su emporio de drogas, sexo y diversión desmedida se acabara.
Mientras una llovizna tenue caía y ya ultimando los detalles para el ingreso al sitio, tuvimos tiempo para recordar cómo llegamos hasta aquí, volvían las imágenes de los vejámenes a niños y adultos, cómo los reclutan y como eran instrumentalizados, tantas cosas que no nos alcanzaba la imaginación.
El sábado amaneció muy temprano para quienes estuvieron “de fiesta” allí... Los gritos de la multitud ensordecieron la música de los locales, atiborrados de su clientela habitual.
Éramos los primeros reporteros en llegar al sitio, el reloj marcaba las 6 de la mañana. Antes de adentrarnos a esa calle, llena de tablas, colchones, espumas, cobijas, barro, basura y seres humanos, los ‘comandos’ y un grupo del ESMAD se habían encargado de cercar la zona. Todo fue rápido, el factor sorpresa era fundamental para evitar la estampida de todas las personas que estaban ahí. Los grupos especiales de choque llegaron en camiones y tractomulas, nadie los esperaba así. Los policías de apoyo ubicados en sitios cercanos y que no sabían nada del operativo estaban cumpliendo un servicio más y también quedaron perplejos cuando tamaño grupo de personas incursionó a las calles de ‘El Bronx’ ubicado entre la carrera 15 Bis y calles 9ª y 10ª.
En medio de su ‘viaje’ o con los efectos de la resaca por una noche de excesos, poco a poco las personas fueron saliendo de estos lúgubres y poco elegantes negocios, sentándose en lo poco que quedaba de acera, una acera mojada que a esa hora ya se mezclaba con basura, de la clase que uno se puede imaginar.Muchos se querían ir a como diera lugar, pero el sitio estaba cercado con vallas y un anillo de seguridad, era importante que la atención se brindara de manera integral - dijeron las autoridades - hay un sitio que los espera para empezar un tratamiento, una ducha, algo de ropa, un plato de comida y alguien que los escuche, las personas de El Bronx deben recuperar su dignidad de nuevo.
Casi a las 7 de la mañana empezó a circular la noticia de que las autoridades estaban interviniendo ‘El Bronx’. #NoticiaEnDesarrollo era el registro de los trinos publicados; empiezan también a llegar los primeros reporteros, todas afuera. Aún no había acceso para nadie. Era posible que se presentaran ataques de los habitantes del lugar, como retaliación a la intervención de las autoridades.
Mientras, nosotros seguimos documentando el operativo de los policías que estaban entrando edificio por edificio, registrando todo, con el acompañamiento de los funcionarios del CTI. El olor a basura, humo, vicio, sexo, residuos orgánicos, era penetrante, por más de que utilizáramos tapaboca nuestras narices sufrieron días después los estragos de ese ambiente.
El ambiente y las energías negativas - para los que creen en eso - se sentían de tal forma que prácticamente podían palparse. La comida y la basura eran una sola. El desorden era la evidencia de que allí la vida, la muerte y la alegría efímera comulgaban día y noche. El sitio, cubierto con guirnaldas, escondía lo peor del ser humano, un ghetto al que muchos entraron por su voluntad y otros atraídos por cantos de sirena.
Cambio y dignificación: retomando el camino
Después dos días de la intervención, visitamos los centros que el IDIPRON - Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud - tiene habilitados en el barrio Eduardo Santos (La Rioja) y en Puente Aranda (El Oasis); hace dos días veíamos el vacío en los ojos de aquellos jóvenes envueltos en una cobija, ahora hablar con ellos luego de un baño, una comida digna y una atención especializada nos da más esperanzas.
Esperamos que este proceso no termine aquí. Queremos que esos ‘capos’ que se lucran a expensas de todo este sufrimiento y violencia tengan su merecido castigo y que la justicia (la divina) se encargue de ellos.
*Actualización:
A cuatro años de haber escrito esta crónica para la universidad, vemos que el panorama es esperanzador, hubo reducción de delitos en el sector, están en curso proyectos muy ambiciosos que dependen de la voluntad de los mandatarios actuales y posteriores; lo mejor es que muchos habitantes en condición de calle que permanecían allí tuvieron, gracias a la intervención, una segunda oportunidad para cambiar su vida. Por ahora sigue en curso el proyecto Bronx Distrito Creativo (Pueden ver cómo va el asunto en la Web Bronx Distrito Creativo), aquí les dejo el video:
Sin embargo, no todo es color rosa, desde hace cuatro años que la ciudad (sumado a otros fenómenos) también viene sufriendo el fenómeno de 'atomización' de la problemática de los habitantes en condición de calle; sectores aledaños a El Bronx, como el canal de la calle 6 con carrera 30 entre otros sectores, se han visto afectados con el incremento de atracos a mano armada, robo de espejos, riñas por el territorio, zonas verdes y parques usados como baños públicos y todo tipo de fenómenos de inseguridad.
El esfuerzo de las autoridades es grande, el asunto tiene un tema inmenso de fondo que se sale de las manos de la Alcaldía Mayor, incluso de la misma Policía Nacional, hay soluciones desde lo social que no se han tomado, reformas a la justicia que no se realizan y otros aspectos, como la resocialización, que han sido soluciones en el papel, porque en la práctica dista mucho de lo que la sociedad necesita.
Pero ese va a ser tema de una próxima entrada.
Gracias por leer.





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